El viernes pasado me encontré
con una conocida que estaba muy enojada,
de mal humor. La verdad es que estaba del humor habitual en ella pues no hay hora del día que haya hablado y
que se encuentre en otro estado. Parece que está enojada con la vida, con el
mundo o con todo el que se cruza en su camino. Me he preguntado por el mal
humor, si además de ser su forma de relacionarse con los demás, puede responder
a otras dificultades o circunstancias personales que le inclina a estar
permanentemente en ese estado. Lo cierto es que hay a quien le dura todo el día o, más enigmático
todavía, hay quien ya se levanta así, por no mencionar quienes están agrios
todos los días del año. Pensando en alto vamos a indagar sobre el mal humor ¿Por
qué sucede esto? ¿De dónde viene el mal humor? ¿Se da en determinadas personas?
y sobre todo ¿es contagioso?
Lo primero es buscar en la RAE su significado
1. m. Genio, índole, condición, especialmente cuando se manifiesta exteriormente
2. m. Jovialidad, agudeza. Hombre de humor.
3. m. Disposición en que alguien se halla para hacer algo.
4. m. Buena disposición para hacer algo. ¡Qué humor tiene!
5. m. humorismo (‖ modo de presentar la realidad).
6. m. Cada uno de los líquidos de un organismo vivo.
7. m. Psicol. Estado afectivo que se mantiene por algún tiempo.
Creo que nos quedaremos
con el último significado. De ella deducimos que este estado mantenido puede
tener dos valencias: positiva como buen estado o al contrario mal humor.
¿Por qué sucede?
El desencadenante puede
ser cualquier circunstancia. Hay un montón de razones para estar en un estado
de ánimo negativo. Relaciones tensas, problemas financieros y problemas de
salud pueden conspirar para derribar su bienestar mental. Que como vemos está
relacionado con las expectativas no cumplidas. Para algunos expertos, el mal humor, siempre que no haya otros trastornos,
es un estado de ánimo en el que generalmente se produce una negación de la realidad. “No están conformes con lo que esperaban, con la
expectativa que habían depositado, y eso produce una frustración que puede
traducirse en el enojo, el mal humor, que les hace ver las cosas todavía de
forma más negativa”
¿Tiene alguna función?
Aunque no todo los expertos piensan igual. Ben Shahar,
profesor de Psicología Positiva en la Universidad de Harvard, asegura que el
enfado tiene su función, es como una válvula que cuando se abre alivia la
presión a la que está sometida una persona ante una circunstancia que le
afecta. Si alguien es despedido del trabajo, puede ser más productivo para uno
mismo aceptar el enfado que produce tal circunstancia, que negarlo.
Otros estudios más controvertidos realizados por Joe Forgas asegura
que el mal humor mejora las capacidades para afrontar los problemas porque
son personas menos crédulas, piensan con más claridad y tienen una mayor
capacidad comunicativa que los que están en permanente felicidad
Profesor Forgas, dijo: "Mientras que el humor positivo
parece promover la creatividad, la flexibilidad, la cooperación y la
dependencia de los atajos mentales, estados de ánimo negativos provocan un
pensamiento más atento, cuidadoso, prestando una mayor atención al mundo
externo."
Podemos relacionarlo con el autocontrol. Estudios sobre
consumo han llegado a la conclusión de que las personas que hacen un esfuerzo
para controlarse, manifiestan más reacciones de enfado. “La investigación ha demostrado
que ejercer el autocontrol hace que las personas sean más propensas a
comportarse de manera agresiva hacia los demás”. Y después explican que quienes
siguen por ejemplo una dieta se enfadan más fácilmente.
¿De dónde viene el mal humor?
Hay quien liga los arranques de mal humor con
esas subidas y bajadas de las hormonas.
Otros, al producto de un desequilibrio en los
neurotransmisores que se combinan en una zona del sistema nervioso central que
se llama "sistema límbico" que es el lóbulo emocional de nuestro
cerebro. Son tres los neurotransmisores involucrados: serotonina, noradrenalina
y dopamina. Estos se ven alterados en diferentes patologías tales como:
la depresión, la ansiedad, control de impulsos, etc.
¿Puede ser contagioso?
Los estudios
sugieren, sin embargo, que los estados de ánimo de otras personas pueden ser
tan fáciles de coger como sus gérmenes. Los psicólogos sociales llaman a este
fenómeno contagio emocional, un proceso de tres pasos a través del cual los
sentimientos de una persona transferir a otra persona. La primera etapa consiste
en la imitación no consciente, durante el cual los individuos copiar sutilmente
mutuamente sus señales no verbales, incluyendo la postura, expresiones faciales
y movimientos. En efecto, al ver mi ceño fruncido lo hace más propenso a
fruncir el ceño. Las personas pueden experimentar entonces una etapa de
retroalimentación - porque el ceño, ahora se siente triste. Durante la
etapa de contagio final, las personas comparten sus experiencias hasta que sus
emociones y comportamientos se sincronicen. Por lo tanto, cuando se
encuentra con un compañero de trabajo en un mal día, usted puede recoger sin
saberlo, los comportamientos no verbales de su colega y comienzan a
transformarse en un estado infeliz. El mimetismo no es del todo malo, sin
embargo; una persona también puede adoptar un amigo o colega de buen
humor, que puede ayudar a mejorar su vínculo.
Aunque la
imitación a menudo se produce fuera de nuestra conciencia, a veces podemos
observarlo. Digamos que usted ve a alguien a través de usted en el bostezo
tren. A menudo no se puede dejar de bostezar también. Investigaciones
recientes sugieren que este tipo de mimetismo es más común cuando la persona
bostezando es alguien cercano a usted, como un miembro de la familia, buen
amigo o pareja romántica. Otro estudio reveló que la imitación no
consciente, también conocido como el efecto camaleón, se presenta con mayor
frecuencia en personas más empáticas.
¿Qué podemos hacer para reducir el mal humor?
Cambia el ambiente: sal
a la calle, ve a un parque o entra en
una floristería si es la naturaleza más cercana que tiene, disfruta del mar de
su sonido por ejermplo.
Escucha música: La combinación de
melodías calmantes con la respiración lenta también podría ayudar. Investigaciones
han encontró que los participantes con presión arterial alta que
escucharon 30 minutos de clásica, celta o música de la India, mientras que la
realización de ejercicios de respiración redujeron su presión arterial significativamente
Aléjese por un momento y piense si merece la
pena continuar con este estado después de lo que le ha llevado a ello.
Asuma el control de la situación.
Imaginemos que alguien cercano tiene una grave enfermedad aprender más sobre
ella reducirá el mal humor.
Y además de lo necesario
para tener una buena salud tal como comer bien y hacer ejercicio.
Practica
la COMPATIA Se trata de una palabra que no
aparece en el diccionario y que fue acuñada en su momento por uno de las
mayores especialistas que existen sobre la resilencia (Al Siebert). Viene a ser el resultado de unir estas dos palabras : Compasión y empatía.
La compatía tiene como
finalidad poder resolver aquellos conflictos que te suceden con personas que
están enfadadas contigo por alguna razón.
En lugar de pedirle a la
persona enojada que se calme, lo que debes hacer es practicar la compasión y la
empatía a la vez mediante lo que Al Siebert denomina la compatía. Déjame
que te dé algunas pautas de cómo debes hacerlo.
9 Consejos para resolver conflictos con personas enojadas mediante
la compatía.
Cuando tengas delante
tuyo a una persona muy molesta o enfadada contigo puedes llevar a cabo estos
sencillos pasos que promueven la compatía hacia el otro:
1. Empieza preguntando a la persona enojada qué les molesta. Fíjate que, si le preguntas a la persona
enojada qué le molesta, lo que estás haciendo es generar opciones en lugar de
pedirle que se calme.
2. Escucha atentamente lo que te dice la persona enojada. Es muy importante que en el momento en el
que la persona te cuenta lo que le pasa, escuches atentamente a dicha persona.
Deja de hacer lo que estabas haciendo, mírale a la cara y mientras te está
hablando asiente con la cabeza en señal de demostración de que lo que te está
contando te importa.
3. Clarifica la respuesta de la persona enojada con una o dos
preguntas. Una vez te haya contado
el porqué de su enojo contigo es muy importante que formules a la persona
enojada una o dos preguntas que ayuden a aclarar al máximo lo que te ha
contado. Es importante que esas preguntas sean lo más concisas posible, y no
olvides que deben ser preguntas abiertas para generar más opciones a la persona
enojada.
4. Repite lo más fielmente posible lo que te diga la persona
ofendida. Es muy importante que la
persona ofendida hable y luego escuche por boca tuya aquello que te ha contado.
A la persona enojada le ayuda muchísimo escucharse a sí misma por boca de otra
persona, porque la percepción de lo que dices y lo que escuchas sobre lo que
dices puede ayudar a clarificar y ordenar el pensamiento
de la persona.
5. Concede mucho valor al sentimiento que tiene contigo la
persona enojada. Es
muy importante que expreses comprensión por lo que te ha contado. Pero,
cuidado. En este momento no debes ser simpático, sino empático. Esta diferencia
en este momento del conflicto determinará muy probablemente su resolución.
6. Agradece a la persona enojada que haya tenido la valentía de
decirte lo que te tenía que
decirte a ti en lugar de hacerlo con otros y a tu espalda. Una persona enojada
nunca espera que en la conversación para la resolución del conflicto la otra persona le dé algún tipo de agradecimiento. Es un arma tremendamente efectiva y
que ayuda a la persona enojada a ir cambiando su visión y estado de ánimo
acerca del conflicto.
7. Añade alguna observación que dé riqueza a
los argumentos de la persona enojada. Ahora es cuando llega el momento de
generar opciones que acerquen posiciones entre tú y la persona enojada.
8. Pregunta a la persona enojada qué es lo que quiere. Esto le permitirá a esa persona
verbalizar un objetivo concreto que al decirlo de palabra también será
compartido contigo. Es muy difícil que un conflicto se resuelva sin saber cómo
se quiere resolver y sin que uno de los dos lo sepa. Compartiendo un
objetivo común daréis el primer paso para una posible solución al conflicto que
ha causado el enojo.
9. Transforma el objetivo, es decir, transforma
lo que quiere o lo que pide la persona enojada contigo en posibles soluciones.
Esta es la última fase. Una fase en la que la unidireccionalidad de la persona
enojada contigo se transforma en diálogo. Un diálogo que ambas partes deben
entender que es la única manera de llegar a posibles soluciones. Es muy
importante hacerle ver a la persona enojada que no estáis discutiendo en
paralelo, sino que estáis discutiendo posibles soluciones a través del diálogo
y de forma bidireccional.
Pensando en alto soy
consciente de que mostrar compatía frente a una persona enojada no es fácil, creo
que no hay nada más efectivo cuando te
enfrentas a una persona enojada que dicha persona perciba que la estás
escuchando. En lugar de juzgar su comportamiento, escucha y busca opciones
para resolver las dificultades.
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