¿Alguna vez ha dado un consejo o unas sugerencias que
posteriormente fueron ignorados? ¿Alguna vez ha hecho una crítica con tu mejor
intención y ha sido mal encajada? ¿Alguna vez ha querido dar una crítica constructiva
sobre algo, pero al final te abstuviste porque no sabía cómo hacerla? Y es que
el manejo de las críticas resulta bastante complicado pues aunque pongamos todo
de nuestra parte encargarlas resulta muy difícil.
Pensando en alto creo que en lugar de plantearnos si esas
críticas tienen razón o tomar de la crítica sólo aquello que pueda ayudarnos a
mejorar, nos hundimos por lo que nos han dicho, sin cuestionar ni por un segundo si
es cierto , por lo que nos dejamos invadir por pensamientos negativos (“No
valgo para nada, “La culpa es mía”…)
Estas opinión o juicios que hacen de nosotros, afecta directamente
a nuestra autoestima ( la aprobación de los demás) y por ello
las críticas nos resultan dolorosas y despiertan el miedo a ser rechazados que se interioriza
desde que somos niños desarrollando esta “realidad
y /o creencias” en función de la interacción con nuestros progenitores, la
familia, los amigos, la sociedad y el medio ambiente. El punto clave y de mayor
influencia es en el ámbito familiar. Si recibimos críticas todo el tiempo y
desde pequeños, guardamos esas voces en nuestro interior y se convierten en la
voz del juez o el crítico en nosotros cuando crecemos. En la medida que nuestra
autoestima es más baja tienden a haber una mayor malinterpretar las críticas,
a percibir como crítica cualquier simple comentario, encajar amargamente
cualquier reproche, les cuesta hacer frente a cualquier sugerencia... y, por
consiguiente, responden de forma inadecuada. Así que unas veces responden
devolviendo la crítica y descalificando al que la imparte, y otras se limitan a
aceptarla con resignación y sentimientos de culpabilidad y tristeza.
Las personas que
critican no es más que un reflejo de su propio yo. Es decir utilizan un mecanismo de defensa que denomina “proyección”. Consiste
en un ejercicio inconsciente, a través del cual una persona les adjudica a
otros sus propias virtudes, defectos y necesidades. Es como si tú te vieras al
espejo y pensaras que quien se refleja ahí es otro. La proyección consiste en
que tienen una opinión negativa de sí mismos. Y cualquier asomo de sus propios rasgos en otros, desata la crítica
inmediatamente. En el fondo, quieren probar que los demás son tan malos
como ellos mismos. Que nadie es mejor. Ver los defectos, las fallas o las
equivocaciones de los demás con lente de aumento, les genera una gratificación;
es una manera de eludir sus propios defectos, fallas y equivocaciones,
escudándose en el prejuicio de que los demás son iguales o peores.
imagen extraída decuentosycuentinimos.blogspot.com.es
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