Con este tiempo primaveral
que tenemos estos días y pensando en que en breve
tendremos tiempo de playa, me
veo como año tras año que sigo anclada en estos mis chelines. Me confieso envidiosa de esas tallas en la que no entro hace más de
10 años. Y es que cuando veo esas nuevas
colecciones de ropa con sus coloridos, termino comprando unos zapatos argumentando
el vicio que tengo con estos que no es más que un pobre consuelo.
Pensando en alto he
de confesarme “envidiosa” y la verdad, me siento incomoda con este
sentimiento ya que cuando pequeña me enseñaron que es uno de los pecados capitales,
vamos de los inconfesables.
Hoy me gustaría pensar
en alto desde una reflexión positiva, como solemos hacer conjuntamente en la
radio, abordando la envidia. Y
me pregunto ¿Qué es la envidia ¿A todos nos afecta igual?, ¿Hay tipos de
envidia? ¿Nos aportará algún beneficio?
¿Qué es la envidia?
La envidia es un
fenómeno universal, pero ni es considerada una de las emociones fundamentales,
ni existe una expresión facial que la caracterice de forma exacta como
dicen los expertos. Y aunque los científicos no la consideren una emoción, lo
cierto es que desencadena sentimientos que implica anhelar lo que la otra
persona tiene, o querer estar pasando por la misma situación del otro. Podemos envidiar un puesto de trabajo, una
casa, un coche, una buena pareja, el físico de alguien, etc. todo aquello que
pensamos que no tenemos y necesitamos obtener para ser felices, sobre todo,
para tener ese tan buscado éxito. En definitiva
envidiar es desear lo que el otro tiene.
Loa envidia daña la capacidad de gozar.
Es el factor más importante del quebrantamiento de los sentimientos de amor,
ternura o gratitud. La envidia es un sentimiento enojoso contra otra
persona que posee o goza de algo deseado por el individuo envidioso, quien
tiene el impulso de quitárselo o dañarlo.
La envidia se vincula con los ojos ya que la palabra viene del "invidere"
expresión latina que significa mirar con
malicia, o emitir un "mal de ojo". Así como una comparación odiosa es
por definición maligna, por lo que es la envidia ha sido un término definido como
una característica intrínsecamente humana, y asociada al “lado oscuro”
La RAE la ha definido como tristeza
o pesar del bien ajeno, o
como deseo
de algo que no se posee.
Envidiamos cuando comprobamos que otro se
ha hecho con algo que deseamos intensamente o cuando otra persona logra lo que
nos es imposible realizar. El resultado, en cualquier caso, es que nuestra autoestima
se resiente. Los estudios
sobre la envidia señalan que para compensar esta pérdida, que nos resulta
insoportable, hemos desarrollado una serie de mecanismos muy particulares. Uno
de ellos es infravalorar la ventaja del
otro, esto es, nos autoconvencemos de que lo que ha conseguido "no
es para tanto".
Otras tácticas pasan por buscar
desventajas en otros campos que compensen su superioridad, desvirtuar a la otra persona en su conjunto
o criticar el sistema que permite que se
dé semejante situación. En los casos más extremos, podemos llegar a
castigar -tanto física como psicológicamente- al envidiado por su ventaja.
¿Hay
tipos de envidia? ¿Nos aportará algún beneficio
La envidia, es
fruto de una inseguridad aprendida en nuestra interacción social (el núcleo
familiar, escolar / amigos, trabajo, etc.) No creo que ser humano, al nacer, sea envidioso. Es la
comparación lo que hace que suja la envidia.
Cuando nuestros
comportamientos se tiñen de envidia, cuando nuestras acciones están movidas
desde la envidia, lo que tenemos en el
interior es un modelo mental de escasez, un sentimiento de inferioridad, un
complejo de incapacidad, falta de perseverancia, un auto juicio y una auto
censura severa –entre otras cosas-. El ego se convierte en la voz que dicta
nuestros comportamientos y nos hace entrar en permanente competición con otros para buscar en qué “ser más que el
otro” y si ser-tener como el otro es inviable, arrebatárselo, destruirlo o
incluso destruirle.
El motivo de la envidia se confunde con el de la admiración, siendo ambas dos aspectos de un mismo
fenómeno. Sólo que la admiración nace en una persona con autoestima estable
y sana, y la envidia se nutre de una
inestable y baja autoestima.
Varias investigaciones ( Niels van de Ven y sus colaboradores, de la Universidad de Tilburg) concluyeron al observar los
resultados de sus experimentos, que la envidia aparecía de forma constante en
todos los sujetos experimentales. Pero se podían
diferenciar dos grupos.
§
Los que sentían “envidia maliciosa”:
Se caracterizaban por sentir especialmente celos y tener propósitos
destructivos (deseaban que la persona envidiada fracasase).
§
Los que sentían “envidia sana”:
Lo cuales, también tenían sentimientos negativos, pero con una predominancia de simpatía
y admiración hacia la persona envidiada.
Esta Envidia benigna puede motivar, siempre y cuando
te comparas con la persona adecuada. Así como estimular tus habilidades
para la autosuperación y logro de objetivos.
¿Cómo liberarnos de esta
Envidia insana?
1. Cambie su enfoque a la bondad en su vida. Una de las mayores razones por la envidia la vida de otro es porque
hemos comenzado a dar por sentado lo que tenemos, es hora de hacer un recuento
de nuevo. Recordando que cada uno somos únicos, y que la vida, TU VIDA es demasiado valiosa para ser vivida como todos los demás
2. Evita comparaciones. Recuerde que nadie lo tiene todo. Al
comparar su vida con los demás
tienes las de perder ya que siempre aparecerán personas que estén mejor que tú. Pero
recuerda que nadie lo tiene todo. Cada persona que conoces experimenta
problemas, pruebas y debilidades es lo que nos hace humanos. Nadie está
exento. Nadie lo tiene todo. Nadie.
3. Rodéate de personas que nos les guste el chisme. Evita
a las personas que valoran habitualmente las cosas equivocadas. Si vas a gastar todo su tiempo con gente que compara la última moda, de
sus salarios, de sus coches nuevos o de o sus vacaciones extravagantes , vas a
caer de forma natural en la trampa inevitable de la comparación de sus
posesiones y las tuyas. Hay cosas mucho más
importantes para ocupar tu tiempo. Aléjate de la
conversación (y la relación si es necesario).
4. Pase tiempo con personas agradecidas. La gratitud es muy contagiosa, experimenta el
momento como un don como una gracia. Céntrate en lo que tienes y pronto,
otros desearán lo que tienes.
5. Cuidado con las trampas de los anuncios…avivan la
envidia. Una de las
herramientas más eficaces para los anunciantes en nuestra cultura es fomentar
los celos y la envidia entre nosotros. Después de todo, si se puede hacer
que nos deseamos imprudentemente las posesiones de otro, pueden llevarnos a
grandes esfuerzos para adquirir por nosotros mismos. Estar en guardia
contra sus tácticas. Reconocerlos para no sucumbir a su engaño.
6. Celebra el éxito de los demás. Genuinamente y prácticamente, regocijarse en la
suerte de los demás. Cuando alguien recibe algo que usted desea, ser feliz
por ellos. Si usted quería, probablemente también lo hicieron. Deje de ver la vida como una competición.
7. Sea generoso. Incluso si usted tiene que forzarse en él al principio, hacer un
hábito generosidad esencial en su vida. Dele tiempo.