¿Alguna vez has querido decirle
No a alguien y no has podido? ¿Te has encontrado alguna vez haciendo
algo que no querías hacer por no ser capaz de negarte? Lo mismo es
que no querías hacer daño a alguien o lo mismo es que tus
sentimientos de culpabilidad te han impedido hacerlo. Lo cierto es
que a menudo tenemos dificultad para decir NO, y ser fieles a lo
realmente deseamos, lo que nos causa, entre muchas otras cosas, un
importante estrés. Esta falta de armonía al no ser fieles a
nuestros sentimientos es dolorosa además de que poco poco va minando
nuestra alegría. Por paradójico que parezca Aprender a decir no es
decir si a nuestro bienestar.
Identifiquemos cuales son las
razones más comunes por la que nos resulta difícil decir NO,
veamos:
- Ayudar al prójimo: En nuestra cultura judeo-cristina esta muy arraigada la idea de ayudar al otro como una característica de ser buena persona y hacer el bien, anteponiendo nuestras propias necesidades a las del otro . Ayudar es muy bueno siempre y cuando no nos perjudique . Si no sé técnicas de salvamento y me tiro a la piscina a rescatar a alguien que se ahoga es posible que en su desesperación de salvarse me hunda también a mí, por muy bien que sepa nadar, y por muy buenas intenciones que tenga. Ten en cuenta que a menudo nos sentimos obligados a personas y/o trabajos que conocemos. Conviene ser capaces de decir no y hacer lo que es correcto para usted con el fin de preservar la persona que eres.
- Querer agradar, necesidad de aprobación de los demás. Hemos de tener presentes que somos seres sociales, que nos construimos a nosotros mismos a partir de las relaciones con los demás y, por tanto, es lógico que las valoraciones de los demás incidan sobre la percepción que tenemos de nosotros mismos. Es importante comprender que no podemos agradar a todo el mundo. Cada uno tiene sus gustos y preferencias por lo que no siempre podremos encontrar suficientes puntos de convergencia, no siempre podemos caer bien y, sobre todo, no debemos ni siquiera tener esa expectativa en nuestras relaciones. Tú y tus opiniones son tan validas como las de cualquier otro. Tú eres tan importante como los demás. Las personas pueden emitir críticas o darte consejos pero eres tú quien toma las decisiones.
Todo ello lo podemos
traducir en varios sentimientos.
El primero es el rencor pues sientes que se
aprovechan de ti. Seguido de un gran tristeza por no
sentirte valorada ni por ti mismo y por último la rabia
de que has vuelto a ceder y sucumbir a las presiones de la
otra persona. Y de nuevo piensa ¿que puedo hacer para que no me
vuelva a ocurrir? ¿como puedo decir no sin que me sienta culpable ?
Veamos unos sencillos pasos recordando las 3
Pes
- Pensando cuando soy más débil : recapacitar sobre las situaciones en las que suelo ceder,con que personas me resulta más complicado
- Preparando un plan: si se mis debilidades, buscaré un plan para la próxima vez que me aborden preparando de antemano el cómo voy a reacciona cuando suceda de nuevo.
- Prescindiendo de la justificación: No justifique tu postura, se amable sin ceder. Ojo con las explicaciones si son muy largas pueden buscar un hueco para intentar convencerte.
Si aun así te sigue
costando te daremos una ayudita verbal para que la utilices según te
venga bien mediante unas sencillas maneras
que digas que no. Utilice el método que mejor se adapte a sus
necesidades en la situación.
- "En este momento tengo otras prioridades y No puedo comprometerme con...”
Lo puede utilizar por
ejemplo si esta ocupado para asumir esta petición .Esto le permite a
la persona saber que esta lo suficientemente ocupada para asumir
otras tareas, y por lo tanto “debe” mantenerse a distancia .
Incluso, si le resulta más fácil, puede compartir lo que está
trabajando para que la persona pueda entenderla mejor.
- ". ¿Qué tal si lo vemos más tarde, cuando...Ahora no es un buen momento ya que estoy en medio de algo"
Es
común obtener peticiones repentinas de ayuda cuando estás en medio
de algo.. Este es una manera temporalmente de mantener a raya esta
solicitud. En primer lugar, que la persona sepa que no es un buen
momento y en segundo lugar, mostramos el deseo de ayudar al sugerir
otro momento (a su conveniencia)por lo que la persona no se siente
desatendida.
- "Me encantaría hacer esto, aunque (sustituya el pero) …"
Esta es una formula
muy suave de decir no. Es alentadora ya que permite a la persona
saber te gusta la idea, aunque por lo que sea no vas a acceder.
- "Déjame/Déjeme pensarlo y luego te/le llamo, te/le veo o me pondré en contacto con usted."
Esto esta más cerca
de un "Tal vez" que de un rotundo "No". Si usted
está interesado, pero no quiere decir "sí" por el
momento, utilizar este recurso Hay momentos en conviene o quiere esta
estar seguro de la decisión antes de comprometerme. Si la persona es
sincera acerca de la solicitud del otro conviene darle cuanto antes
una contestación, puede especificara una fecha o tiempo para que la
persona espere una respuesta.
- "Esto (lo que se oferta) en este momento o ahora no se ajusta a mis necesidades , aunque lo tendré en cuenta"
Si alguien le está
lanzando una oferta / oportunidad
que no es lo que busca, deje que él / ella sabe recta que no se
ajusta a sus necesidades. De lo contrario, la discusión puede
prolongarse más de lo debido. Ayuda a que la persona sepa que
no es nada malo en lo que él / ella está ofreciendo, pero usted
está buscando algo diferente. Al mismo tiempo, diciendo que
seguirás a él / ella en mente, señala usted está abierto a las
oportunidades futuras.
- "¿Por qué no lo tratas con..X? Yo no soy la mejor persona para ayudarle en esto.
Si usted está siendo
solicitado para ayuda en algo que no puede aportar mucho o no
tienen recursos para ayudar, que se sepa que están buscando en la
persona equivocada. Si es posible, canalice la petición hacia
alguien que si pueda hacerlo. De esta manera se ayuda a orientar a la
persona en la dirección /lugar o persona correcta.
- "No, no puedo."
La forma más simple
y directa de decir no. No pensar tanto en decir no y decirlo
directamente. Se sorprenderá de ver que la reacción del otro no
esta tan mala como imaginamos.
Aprender
a pronunciar un No hace falta coraje, empatía, fortaleza, paciencia
y persistencia. Para cambiar los viejos patrones hace falta práctica.
Afortunadamente, cada uno de nosotros tiene muchas oportunidades para
practicar cómo decir No todos los días. Tómenlo como un ejercicio
diario que se irá haciendo cada más fuerte. Con práctica y
reflexión, cualquiera puede mejorar mucho en el arte de decir No.
Les deseo el éxito que sólo llega cuando somos auténticos con
nosotros mismos y respetuosos de los demás.