sábado, 16 de abril de 2016

PELEADOS CON LA VIDA

El viernes pasado me encontré con  una conocida que estaba muy enojada, de mal humor. La verdad es que estaba del humor habitual en ella  pues no hay hora del día que haya hablado y que se encuentre en otro estado. Parece que está enojada con la vida, con el mundo o con todo el que se cruza en su camino. Me he preguntado por el mal humor, si además de ser su forma de relacionarse con los demás, puede responder a otras dificultades o circunstancias personales que le inclina a estar permanentemente en ese estado. Lo cierto es que hay  a quien le dura todo el día o, más enigmático todavía, hay quien ya se levanta así, por no mencionar quienes están agrios todos los días del año. Pensando en alto vamos a indagar sobre el mal humor ¿Por qué sucede esto? ¿De dónde viene el mal humor? ¿Se da en determinadas personas? y sobre todo ¿es contagioso?
Lo primero es buscar en la RAE su significado
1. m. Genio, índole, condición, especialmente cuando se manifiesta exteriormente
2. m. Jovialidad, agudeza. Hombre de humor.
3. m. Disposición en que alguien se halla para hacer algo.
4. m. Buena disposición para hacer algo. ¡Qué humor tiene!
5. m. humorismo ( modo de presentar la realidad).
6. m. Cada uno de los líquidos de un organismo vivo.
7. m. Psicol. Estado afectivo que se mantiene por algún tiempo.
Creo que nos quedaremos con el último significado. De ella deducimos que este estado mantenido puede tener dos valencias: positiva como buen estado o al contrario mal humor.
¿Por qué sucede?
El desencadenante puede ser cualquier circunstancia. Hay un montón de razones para estar en un estado de ánimo negativo. Relaciones tensas, problemas financieros y problemas de salud pueden conspirar para derribar su bienestar mental. Que como vemos está relacionado con las expectativas no cumplidas. Para algunos expertos, el mal humor, siempre que no haya otros trastornos, es un estado de ánimo en el que generalmente se produce una negación de la realidad. “No están conformes con lo que esperaban, con la expectativa que habían depositado, y eso produce una frustración que puede traducirse en el enojo, el mal humor, que les hace ver las cosas todavía de forma más negativa”

¿Tiene alguna función?
Aunque no todo los expertos piensan igual.  Ben Shahar, profesor de Psicología Positiva en la Universidad de Harvard, asegura que el enfado tiene su función, es como una válvula que cuando se abre alivia la presión a la que está sometida una persona ante una circunstancia que le afecta. Si alguien es despedido del trabajo, puede ser más productivo para uno mismo aceptar el enfado que produce tal circunstancia, que negarlo.
Otros estudios más controvertidos realizados por Joe Forgas asegura que el mal humor mejora las capacidades para afrontar los problemas porque son personas menos crédulas, piensan con más claridad y tienen una mayor capacidad comunicativa que los que están en permanente felicidad
Profesor Forgas, dijo: "Mientras que el humor positivo parece promover la creatividad, la flexibilidad, la cooperación y la dependencia de los atajos mentales, estados de ánimo negativos provocan un pensamiento más atento, cuidadoso, prestando una mayor atención al mundo externo."
Podemos relacionarlo con el autocontrol. Estudios sobre consumo han llegado a la conclusión de que las personas que hacen un esfuerzo para controlarse, manifiestan más reacciones de enfado. “La investigación ha demostrado que ejercer el autocontrol hace que las personas sean más propensas a comportarse de manera agresiva hacia los demás”. Y después explican que quienes siguen por ejemplo una dieta se enfadan más fácilmente.

¿De dónde viene el mal humor?
Hay quien liga los arranques de mal humor con esas subidas y bajadas de las hormonas.
Otros, al producto de un desequilibrio en los neurotransmisores que se combinan en una zona del sistema nervioso central que se llama "sistema límbico" que es el lóbulo emocional de nuestro cerebro. Son tres los neurotransmisores involucrados: serotonina, noradrenalina y dopamina.  Estos se ven alterados en diferentes patologías tales como: la depresión, la ansiedad, control de impulsos, etc.

¿Puede ser contagioso?
Los estudios sugieren, sin embargo, que los estados de ánimo de otras personas pueden ser tan fáciles de coger como sus gérmenes. Los psicólogos sociales llaman a este fenómeno contagio emocional, un proceso de tres pasos a través del cual los sentimientos de una persona transferir a otra persona. La primera etapa consiste en la imitación no consciente, durante el cual los individuos copiar sutilmente mutuamente sus señales no verbales, incluyendo la postura, expresiones faciales y movimientos. En efecto, al ver mi ceño fruncido lo hace más propenso a fruncir el ceño. Las personas pueden experimentar entonces una etapa de retroalimentación - porque el ceño, ahora se siente triste. Durante la etapa de contagio final, las personas comparten sus experiencias hasta que sus emociones y comportamientos se sincronicen. Por lo tanto, cuando se encuentra con un compañero de trabajo en un mal día, usted puede recoger sin saberlo, los comportamientos no verbales de su colega y comienzan a transformarse en un estado infeliz. El mimetismo no es del todo malo, sin embargo; una persona también puede adoptar un amigo o colega de buen humor, que puede ayudar a mejorar su vínculo.
Aunque la imitación a menudo se produce fuera de nuestra conciencia, a veces podemos observarlo. Digamos que usted ve a alguien a través de usted en el bostezo tren. A menudo no se puede dejar de bostezar también. Investigaciones recientes sugieren que este tipo de mimetismo es más común cuando la persona bostezando es alguien cercano a usted, como un miembro de la familia, buen amigo o pareja romántica. Otro estudio reveló que la imitación no consciente, también conocido como el efecto camaleón, se presenta con mayor frecuencia en personas más empáticas.

¿Qué podemos hacer para reducir el mal humor?
Cambia el ambiente: sal a la calle, ve a un parque  o entra en una floristería si es la naturaleza más cercana que tiene, disfruta del mar de su sonido por ejermplo.
Escucha música: La combinación de melodías calmantes con la respiración lenta también podría ayudar. Investigaciones han  encontró que los participantes con presión arterial alta que escucharon 30 minutos de clásica, celta o música de la India, mientras que la realización de ejercicios de respiración redujeron su  presión arterial significativamente
Aléjese por un momento y piense si merece la pena continuar con este estado después de lo que le ha llevado a ello.
Asuma el control de la situación. Imaginemos que alguien cercano tiene una grave enfermedad aprender más sobre ella reducirá el mal humor.
Y además de lo necesario para tener una buena salud tal como comer bien y hacer ejercicio.

Practica la COMPATIA Se trata de una palabra que no aparece en el diccionario y que fue acuñada en su momento por uno de las mayores especialistas que existen sobre la resilencia (Al Siebert). Viene a ser el resultado de unir estas dos palabras : Compasión y empatía. 

La compatía tiene como finalidad poder resolver aquellos conflictos que te suceden con personas que están enfadadas contigo por alguna razón.
En lugar de pedirle a la persona enojada que se calme, lo que debes hacer es practicar la compasión y la empatía a la vez mediante lo que Al Siebert denomina la compatía. Déjame que te dé algunas pautas de cómo debes hacerlo.

9 Consejos para resolver conflictos con personas enojadas mediante la compatía.
Cuando tengas delante tuyo a una persona muy molesta o enfadada contigo puedes llevar a cabo estos sencillos pasos que promueven la compatía hacia el otro:
1. Empieza preguntando a la persona enojada qué les molesta. Fíjate que, si le preguntas a la persona enojada qué le molesta, lo que estás haciendo es generar opciones en lugar de pedirle que se calme.
2. Escucha atentamente lo que te dice la persona enojada. Es muy importante que en el momento en el que la persona te cuenta lo que le pasa, escuches atentamente a dicha persona. Deja de hacer lo que estabas haciendo, mírale a la cara y mientras te está hablando asiente con la cabeza en señal de demostración de que lo que te está contando te importa.
3. Clarifica la respuesta de la persona enojada con una o dos preguntas. Una vez te haya contado el porqué de su enojo contigo es muy importante que formules a la persona enojada una o dos preguntas que ayuden a aclarar al máximo lo que te ha contado. Es importante que esas preguntas sean lo más concisas posible, y no olvides que deben ser preguntas abiertas para generar más opciones a la persona enojada.
4. Repite lo más fielmente posible lo que te diga la persona ofendida. Es muy importante que la persona ofendida hable y luego escuche por boca tuya aquello que te ha contado. A la persona enojada le ayuda muchísimo escucharse a sí misma por boca de otra persona, porque la percepción de lo que dices y lo que escuchas sobre lo que dices puede ayudar a clarificar y ordenar el pensamiento de la persona.
5. Concede mucho valor al sentimiento que tiene contigo la persona enojada. Es muy importante que expreses comprensión por lo que te ha contado. Pero, cuidado. En este momento no debes ser simpático, sino empático. Esta diferencia en este momento del conflicto determinará muy probablemente su resolución.
6. Agradece a la persona enojada que haya tenido la valentía de decirte lo que te tenía que decirte a ti en lugar de hacerlo con otros y a tu espalda. Una persona enojada nunca espera que en la conversación para la resolución del conflicto la otra persona le dé algún tipo de agradecimiento. Es un arma tremendamente efectiva y que ayuda a la persona enojada a ir cambiando su visión y estado de ánimo acerca del conflicto.
7. Añade alguna observación que dé riqueza a los argumentos de la persona enojada. Ahora es cuando llega el momento de generar opciones que acerquen posiciones entre tú y la persona enojada.
8. Pregunta a la persona enojada qué es lo que quiere. Esto le permitirá a esa persona verbalizar un objetivo concreto que al decirlo de palabra también será compartido contigo. Es muy difícil que un conflicto se resuelva sin saber cómo se quiere resolver y sin que uno de los dos lo sepa. Compartiendo un objetivo común daréis el primer paso para una posible solución al conflicto que ha causado el enojo.
9. Transforma el objetivo, es decir, transforma lo que quiere o lo que pide la persona enojada contigo en posibles soluciones. Esta es la última fase. Una fase en la que la unidireccionalidad de la persona enojada contigo se transforma en diálogo. Un diálogo que ambas partes deben entender que es la única manera de llegar a posibles soluciones. Es muy importante hacerle ver a la persona enojada que no estáis discutiendo en paralelo, sino que estáis discutiendo posibles soluciones a través del diálogo y de forma bidireccional.


Pensando en alto soy consciente de que mostrar compatía frente a una persona enojada no es fácil, creo que no  hay nada más efectivo cuando te enfrentas a una persona enojada que dicha persona perciba que la estás escuchando. En lugar de juzgar su comportamiento, escucha y busca opciones para resolver las dificultades.